lunes

Gracias que tome vacaciones de Facebook porque sino iba a llenarla con cosas como odio Barcelona, odio a los catalanes y el catalán me parece unas de las lenguas más horripilantes que pueden existir. Pero como no estuve estos días aquí lo resumo en un solo posteo, tiempo que me ha servido para reflexionar el desprecio (desprecio con cariño y posmoderno) que siento por Catalunya y todo lo que ello implica. Barcelona es una ciudad equis la verdad. Gaudí es una anomalía que es más cercano a lo horrible que a lo bello. La Sagrada Familia fascina por lo horroroso que es, una cosa monstruosa salida de la pesadilla de un artista atormentado, no tiene nada que ver con Barcelona. El Parque Guell y las esculturas de Gaudí son mosaicos que sacaron de los baños, no entiendo cual es la gracia de esas cosas, integridad con la naturaleza???, podéis meteros el modernismo por el culo. El barrio Gotic, se encuentra entre vacía o invadida por hipsteradas caras. Lo único que puede salvar Barcelona es el Raval, pero he conocido barrios de inmigrantes más vivos y con bullicios más característicos. En el Raval domiman los inmigrantes demasiado cómodos, aburguesados, el resto tiene que acomodarse a tal situación, con tranquilidad y algún que otro roce o peligro no menor, pero incomparable a otros bullicios y tugurios de inmigrantes. El catalán es una lengua horrible, creo que es la lengua más horrible que he escuchado hasta ahora. 

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